Café amargo y cerreroJorge Gómez Gallego*, Medellín, febrero 14 de 2013
Si algún economista quisiera hacer el ejercicio académico de diseñar el peor escenario para la caficultura colombiana en todos los tiempos, bastaría con describir su estado actual. Se ha producido una especie de alineación perversa de los astros en contra de los productores del grano, otrora símbolo nacional.